Lunes 22 de noviembre. Primer día de la Jornada
Se desarrollo en la Ermita de San Pedro, propiedad de las Destilerías de Arehucas, la 4ª Jornadas Literías en la Ermita, fue presentada por Antonio González Croissier, la introducción corrió a cargo por el presidente de la Tertulia P. Marcelino Quintana, Pedro Hernández Guerra.
En este primer día intervinieron los siguientes autores:
Roberto Toledo Palliser, Teresa Delgado Duque y Octavio Pineda Domínguez.
A continuación vamos a intentar conocer un poco los rasgos de cada uno de ellos.
ROBERTO
TOLEDO PALLISER, Santa Cruz de Tenerife, 1960.
Roberto se convierte en un problema cuando uno decide definirlo, es una ecuación, una igualdad tan difícil de desentrañar que cualquier intento por conseguirlo solo redunda en extraviarlo.
Solo les diré, para quienes no lo conozcan, que se engañarán, no es su manifiesta alegría la que lo define como autor, no es su enorme capacidad creativa la que lo resuelve ni su talento indiscutible el que lo despeja. Sus propias incógnitas son las soluciones que se advierten en cuanto uno se adentra en su obra, un código de barras fácilmente descifrable desde el conocimiento y su gran generosidad.
Saquen sus bolígrafos,
no se dejen engañar.
TERESA
DELGADO DUQUE. Las Palmas.
Su declaración como
persona, mujer y madre la define tanto como sus múltiples facetas literarias,
narradora, escritora y poeta. Acaba de publicar un álbum infantil ilustrado de
título “Igalot”.
Teresa lleva una
bandera de muchos colores en cada relato, una canción en cada poema y una
sensación en cada palabra que escribe. Tiene esa capacidad, tan codiciada por
cualquier escritor, de moldear sus versos con una sacudida de emociones que
invita al abandono.
Ella tiene un pincel
con el que pintar lo que dice, esta noche les mostrará cómo lo hace.
OCTAVIO
PINEDA (Las Palmas de Gran Canaria, 1979)
Octavio,
Doctor
en Literatura Latinoamericana y Teoría de la Literatura, con un palmarés que me
niego a reducir aquí por faltar a cualquiera de sus abundantes detalles.
Digamos que es un hombre tan enamorado de su familia como de la literatura y
que, a ambas causas, dedica todo el tiempo del que dispone. Tuve que echar mano
de todas las tretas que conozco para persuadirlo y que estuviera con nosotros
esta noche.
Parafraseándolo y
proyectándolo, Octavio es como sus poemas, un enjambre de palabras en las que
se prolonga más allá de sí mismo, una meta que debería desear cualquier poeta
que se precie.
A punta de pistola,
Octavio.